sábado, 21 de agosto de 2010

Cambio de religión

Recientemente estuve discutiendo con un amigo algunas ideas sobre el papel que la ciencia o la religión tienen (o deberían tener) en nuestra vida como individuos y como sociedad. La discusión giraba, específicamente, entorno al alcance pero también las limitaciones que algo como la ciencia puede ofrecer para ayudarnos a hacer juicios y tomar decisiones en nuestra vida diaria.

Un poco en broma, pero también bastante en serio, mi “Religión” en Facebook está declarada como “Científico”. La idea siendo que yo creo en la ciencia como una herramienta que nos puede servir para “acercarnos a la verdad” y en general para informar mejor nuestras decisiones. Sin embargo, como producto de esta discusión reciente, y especialmente en vista de las limitantes que la ciencia tiene para realmente guiarnos en todas las problemáticas a las que nos enfrentamos día a día como humanos, es que finalmente me llegué a convencer de esta necesidad. Tengo que cambiar mi religión.

Es por eso que a partir de ahora mi religión no estará ya registrada como “Científico”, ahora prefiero reconocerme a mi mismo como “Humanista secular”.

¿Pues que se imaginaban? :P No, ya en serio, si tuve esta discusión con uno de mis amigos y si, como producto de esta discusión, me di cuenta que afirmar que mi religión es “La Ciencia” puede dar una impresión erronea sobre lo que realmente son mis creencias.

Por supuesto yo creo que la ciencia es una herramienta, que ha demostrado ser extremadamente útil, para ayudarnos a entender y comprender un poco más este mundo en el que vivimos. Entrender nuestro rol en este universo, en este planeta, nuestro rol como humanos para con el ambiente y los seres vivos (animales, plantas y más) con quienes compartimos también nuestro hogar.

Sin embargo yo no creo que todo se pueda (o deba) resolver con ciencia. Es de hecho ridículo y nada práctico pretender tengamos que hacer un estudio doble-ciego y con grupos de control para justificar todas y cada una de las decisiones que tomamos día a día en nuestra vida. Más aún, estoy consiente y disfruto mucho de saber que soy un ser humano que siente y experimenta emociones. Hay cosas que me ponen contento, hay cosas que me ponen triste, hay cosas que me excitan, hay cosas que me frustran, hay cosas que me emocionan, hay cosas que me hacen sentir amor, cariño, compasión, incluso temor. Y no me cuesta ningún trabajo el tomar decisiones completamente irracionales que estén más bien “justificadas” por mis emociones y mis sentimientos en el momento. Procuro estar consciente de cuando tomo estas decisiones “irracionales”, especialmente para estar atento y en caso de que las cosas no vayan por el camino que yo esperaba poder meterle un poco el freno a las emociones y sentarme a pensar dos veces las cosas antes de seguir. Sin embargo, como todos, soy una persona que me gusta sentirme realizado, me gusta sentirme emocionado, me gusta sentirme vivo.

Ahora, más allá de la razón y la emoción (y este era el punto en la discusión con mi amigo) estoy también consciente de que hay otra componente que se debe de considerar al momento de tomar nuestras decisiones: la moral.

Y parte de lo que yo mencionaba (espero en algún momento escribir un post detallado al respecto, pero por lo pronto aquí va el resumen) es que la ciencia (como método abstracto) no sabe ni se interesa por ninguna cuestión de moral. La ciencia nos puede decir que la temperatura, o el color, o el tamaño de tal cosa es esta o aquella, pero la ciencia no nos puede decir si algo es “bueno” o “malo” en un sentido moral. Por supuesto que la ciencia nos puede ayudar a informar nuestra decisione, pero el juicio moral es algo que al final nosotros como humanos tenemos que hacer. Es una decisión que nosotros debemos de tomar en función de las cosas que queremos y las cosas que valoramos, para nosotros como individuos y para todos como humanidad.

Es por eso que creo que Humanismo secular describe mejor (de una manera más completa) lo que es mi “religión”, mi “filosofía de la vida”, mis ideales y mis valores. Quizá es la primera vez que escuchen hablar de este término, “Humanismo secular”, así que para terminar aquí les dejo algunos de los principios que conforman a esta filosofía de vida:
  • Necesidad de poner a prueba nuestras creencias.
  • Apoyarnos de la razón, evidencias y el método científico para informar nuestras decisiones.
  • Buscar estimular el crecimiento, la creatividad y el sentirse realizados. Para todos, como individuos y también como humanidad.
  • Una búsqueda constante por la verdad.
  • Preocupación por esta vida (y no por posibles “vidas” futuras).
  • Tener una conducta ética.
  • Construir un mundo mejor para nosotros y nuestras futuras generaciones.

1 comentario:

Areli dijo...

Creo que la ciencia ayuda a entender lo que sentimos y las experiencias "irracionales". Si fueras mujer, sabrías mejor de lo que hablo. No que hayas dicho lo contrario, pero en el párrafo correspondiente, parece que las contrapones.