jueves, 21 de julio de 2011

Cambio de creencias

Este post no es ofensivo pero si “puede ponerte a pensar” y, como eso no les gusta a todos, por eso terminó en este blog. Además de que por lo pronto es sólo un borrador, cuando haya terminado de digerir más estas ideas quizá incluso sea material para Pedazos de Carbono.

Pero a lo que vamos. Hace ya más de dos años, escribí un post detallando algunas de mis creencias, y en ese post aparecía el siguiente párrafo:
Otra de mis creencias, admito es la que menos fundamento científico tiene, es que sí creo en el “libre albedrío”. Me gusta (y esa es mi mejor razón) creer que vivimos en un mundo donde nosotros mismos estamos en control de las acciones y decisiones que tomamos en la vida. Para mí, de otro modo, la vida no tendría sentido. Mi vida no sería diferente a la de una marioneta que figura en una obra de teatro y se comporta siguiendo lo establecido en un guión. En particular tampoco me gusta la idea del ‘Destino’, pues siento que va en contra o que limita mi poder de decidir lo que yo hago con mi vida.
Bien, pues después de haber escuchado en varias ocasiones a Daniel Dennett, leído uno de sus libros e ir más o menos a la mitad del segundo, puedo decir que mi opinión está cambiando y me empiezo a convencer de la postura y los argumentos de Dennett. Los siguientes puntos definen más o menos el contexto de estas ideas:
  • Si el universo es determinista entonces, por definición, el transcurso de todos los hechos —y entre ellos todas mis decisiones— están ya pre-determinados desde el inicio del universo. Mis decisiones no son libremente determinadas por mi, sino por la física del universo.
  • Sin embargo, aún si el universo es completamente determinista, eso no excluye la posibilidad de que existan agentes (como yo) que, de una manera muy real y pragmática, toman decisiones, decisiones que además son la causa de sus posibles consecuencias.
  • (En un universo determinista) aún cuando las decisiones hayan sido ya determinadas por la física del universo, es a mi (y no necesariamente la física del universo) a quién podemos reconocer como el responsable de las consecuencias causadas por mis decisiones.
  • Agregar no-determinismo al universo no ayuda para nada. Por el contrario, una cantidad suficiente de determinismo es necesaria para que existan agentes que puedan tomar decisiones y ser responsables de sus consecuencias.
En resumen creo que mi nueva creencia sería algo como esto:
El “libre albedrío”, como cierto ingrediente “meta-físico” que no está sujeto a las leyes (y el posible determinismo) del universo, muy probablemente no existe. Sin embargo esto no es ningún problema para que en el universo puedan surgir agentes capaces de tomar decisiones que causan cosas en el universo; ya que esto puede ocurrir incluso en un universo determinista.
Formalmente, el “destino” puede o no existir (todo depende del determinismo del universo) pero, en un sentido práctico, no importa. Para todo fin práctico, el destino no existe.
Si todo esto suena muy extraño y contradictorio, estoy haciendo bien mi trabajo. Pero espero pronto poder ir aclarando, expandiendo y justificando estas ideas.

El verdadero libre albedrío no existe, pero el libre albedrío que sí es real puede ser un truco fascinante.